EL EGO SIEMPRE BUSCA RECOMPENSA
Eliminar el ego es uno de los relatos del libro El despertar zen, el camino de un monje colombiano, del maestro Densho Quintero; allí explica que el ego no existe como algo inalterable. «Abandonar el ego es comprender que no hay un ego que pueda ser eliminado, ni al cual nos podamos apegar», dice.
En otros textos y en las enseñanzas constantes de Densho Quintero, maestro del Templo Zen Mente Magnánima – Daishinji de la Comunidad Soto Zen de Colombia, él enfatiza en que el zazen no persigue objetivos o metas; en la siguiente entrevista ahonda en ese aprendizaje.
Maestro Densho Quintero háblenos de Serenidad y Ecuanimidad
«La serenidad puede ser entendida como una condición del ser apacible, sosegada, sin turbación física o moral, mientras que la ecuanimidad corresponde a un estado anímico equilibrado y constante. Ambos se complementan. Si lograr la serenidad y la ecuanimidad durante la práctica se convierte en un objetivo, ese será otro factor de sufrimiento».
¿Por qué la tendencia a fijar objetivos en la práctica?
«Debido a las tendencias habituales de nuestro ego, es muy difícil abandonar la búsqueda obstinada de satisfacer los propios deseos y realizar una práctica que insiste en no perseguir ninguna recompensa. Una vez que nos sentamos en una postura erguida y con una respiración abdominal apacible, debemos hacer lo que el maestro Uchiyama define como —abrir la mano del pensamiento—, soltar todo lo que viene a nuestra mente sin importar si parece bueno o malo, ya que bueno y malo corresponden a las categorías previas que hemos dejado atrás. Todo lo que sucede en el presente es la manifestación total de la vida. El maestro Dogen Zenji afirmaba que la Vía, las enseñanzas y el despertar del Budha se manifiestan simultáneamente en la práctica misma de shikantaza; simplemente sentarse en un compromiso total con la postura erguida, respirando apaciblemente y soltando toda identificación con los procesos mentales».
¿Dónde se refleja la ecuanimidad?
«La ecuanimidad también debe reflejarse en la actitud corporal justa en equilibrio, sin inclinarnos hacia ninguno de los lados, ni hacia adelante ni hacia atrás. Los estados mentales están precedidos por la mente, liderados por la mente, creados por la mente. Si uno habla o actúa con mente impura, surge el sufrimiento que lo sigue a uno como la rueda sigue la pata del buey que tira el carro. Pero, si uno actúa con mente pura, de aquí la felicidad lo sigue a uno como sombra que no se aparta».
En el libro Zen, un camino de transformación, de Densho Quintero, se lee: «Al no tratarse de un estado individual, la serenidad y la ecuanimidad incluidas en los factores de la iluminación son la condición natural del Ser que no pasa por el ego. Es el estado natural de la realidad antes de nuestras construcciones mentales».
¿Para qué sirve el zazen?
«En zazen debe desaparecer el ego porque busca recompensas en toda acción y los seres humanos nos dejamos permear y dominar por esas ansias. Como dice el monje budista Jack Kornfield, la ecuanimidad real es cuando el corazón comienza a abrirse y encontramos la capacidad de experimentar todo lo que el mundo presenta con equilibrio, con amor, con apertura. No buscar nada como premio a nuestra práctica es esencial. No hay nada que obtener. En términos del maestro Kodo Sawaki Roshi: «zazen no sirve para nada».
Comunicaciones Comunidad Soto Zen de Colombia